El joven caficultor heredó de sus antepasados el gusto por la caficultura, pero le tomó un tiempo descubrirse como caficultor y enamorarse de esta cultura dinámica.

Sus abuelos eran caficultores en Paraná y su padre, Gilberto Ferrarini, dio continuidad al legado, aunque cambió el rumbo de la historia de la familia cuando en 1997 se mudó a Minas Gerais en busca de nuevas oportunidades. Así, la familia Ferrarini iniciaba un nuevo capítulo de su historia con la adquisición de 30 mil cafetos en la región de Araguari.

Ya adulto, Douglas decidió seguir un camino diferente y se graduó, en 2005, en Farmacia, ejerciendo su profesión durante 12 años. Sin embargo, el amor por el cultivo de café y el legado de su familia hablaron más fuerte, y abandonó su profesión para dedicarse a la caficultura.

En conjunto con su padre y la familia que formó, Douglas dirige la plantación y se siente agradecido por esta cultura que une a su familia, les brinda sustento, los conecta con el mundo y además promueve el reconocimiento de su trabajo. El Grupo Ferrarini fue uno de los finalistas del Concurso de Cafés de Calidad de Coocacer Araguari en la edición de 2019.